Te vas a morir igual, memento mori

Esta mañana hablando un buen rato con mi amigo Rafael Antonio, derivó la conversación sutil y desintencionadamente (en lo que al plano consciente se refiere) hacia la muerte.

-¿Entonces, qué hay después Juanma? ¿Nada?

Me inquirió Don Rafael.

-Eso parece.

-No sé qué responder, ¿nada y punto?…

Contesté yo.

Galileo Galilei

Conocimiento y arrogancia

Pero, cómo asegurar nada. Creemos que hemos alcanzado un nivel de conocimiento altísimo, el átomo, las cuatro fuerzas o campos de la naturaleza, el desarrollo de la Inteligencia Artificial… Sin duda nuestros logros son asombrosos, pero más asombrosa es nuestra arrogancia.

Bactería

A lo largo de la historia siempre nos hemos sentido poseedores de elevados niveles de conocimiento, por afirmar que la tierra es redonda o por afirmar lo contrario. Por creer que provenimos de Adán y de Eva, o por creer que provenimos de un puñado de póngidos. Geocentrismo o heliocentrismo…

Biblioteca

Dado que desconocemos cuál y dónde está el techo del conocimiento, comprensión y saber sobre lo que llamamos universo, no sería descabellado postular que nuestro nivel de conocimiento actual es a una humanidad futura pero cercana, lo que el nivel de conocimiento del medievo es a nuestra sociedad del siglo XXI. Por tanto, ¿cómo responder con contundencia a la pregunta de mi amigo?

Hago yo otras preguntas

¿Qué es la consciencia?

¿Dónde se ubica?

¿Por qué sentimos remordimientos de conciencia o presentimos sucesos?

En cualquier caso y acogiéndome a un principio de prudencia, voy a dar por hecho que la muerte es la nada. Como no puedo aseverar que otras posibilidades sean posibles, solo hacer vagas reflexiones y preguntas, veamos esto desde la nada.

Pulsar

Conclusión.

Si morir es la nada eterna y absoluta, tus miedos, tus odios y envidias, tus fracasos o éxitos, amores y traiciones, tu moto o tu casa, tu bellos pechos o tu imponente verga, dejarán de estar presentes en tu consciencia. Así que:

  • Sin perder la cabeza y caer en lo temerario pero siendo intrépido. Procura hacer, ser y vivir como tú sientes.
  • No gastes en odio. Responde con toda la firmeza y contundencia que precise una situación, pero no odies, sé compasivo aunque debas actuar para defenderte.
  • Olvídate de querer vivir mejor y vive bien. Bien está muy bien, mejor siempre tiende a mejor y a mejor y mejor coche, y mejor casa, y mejor mujer, y, y y…
  • Sé capaz de valorar todo cuanto tienes y sentirte afortunado por ello.
  • Nota cuando vayas a dormir y nada te duela ni sientas enfermedad. Siéntete afortunado entonces.
  • ¿Tus seres queridos están bien? Siéntete afortunado entonces.
  • Vive tu vida sin joder injustificadamente a los demás.
  • Alégrate de las cosas buenas que les pasen a otros. La envidia es terrible y junto al odio y la ambición desmedida, te consumirá. Si no crees esto que te digo, mira los políticos en pocos años como se transforman consumidos por su miserable naturaleza.

Y seguro que hay más, mucho más… Pero hasta aquí puedo hoy hablar.

Betelgeuse.

2 comentarios en «Te vas a morir igual, memento mori»

Deja un comentario

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.