¿Qué es vivir?

Si nos salimos de la conceptualización meramente biológica de la vida, y vamos al campo de la disertación metafísica -aspecto este único y diferenciador correspondiente al ser humano- con el afán de describir qué es vivir, seguramente entremos en un terreno de divergencia de opinión. Pues por un lado dependerá en gran medida de la personalidad, temperamento, enseñanzas y creencias de cada uno, y por otro lado, de las experiencias de distinta naturaleza que el sujeto haya vivido. Así cada cual tendrá un concepto, idea o paradigma de lo que considera es vivir.

Pero como este blog es mío, expresaré lo que es vivir para mí.

Mejor dicho…

Empezaré por lo que no es vivir (un sinvivir ¿te suena?)

No es vivir resistir inútilmente cuando la batalla está perdida.

No es vivir ser incapaz de soltar lo que ya no es para nosotros -o dicho de un modo menos «new age»-, ser incapaz de darte cuenta de que se jodió el asunto y que no es posible revertir los hechos.

No es vivir, pretender ser quien no eres ni serás jamás (uy, no te dejes engañar con el cuento de que puedes ser lo que quieras… eso es carne de terapeuta). Si mides un metro y setenta centímetros, no jodas poniéndote alzas ni mierdas del estilo (por ponerte un ejemplo muy simple pero ilustrativo).

No es vivir centrar tu existencia en la opinión de los demás.

No es vivir repetir una y otra vez los mismos errores.

Jaja, aquí iba a poner que no es vivir escuchar a toda la miserable piara de políticos que juegan con todos nosotros… pero mejor no lo pongo.

No es vivir dejar espacio para el rencor, la envidia y el odio.

Y bueno, ¿qué sería entonces vivir?

Vivir es aprender.

Aprender de la vida, de los sucesos, experiencias, acciones y decisiones.

Aprender a conocernos y reconocernos. Sí, lo del «Conócete a ti mismo» de Sócrates.

Aprender el significado y las consecuencias de aceptar. Y no hablo de resignar, sino de la capacidad o lucidez suficiente para darse cuenta de cuando no cabe la resistencia y la negación de un hecho, porque no hay absolutamente nada que podamos hacer para cambiarlo.

Vivir es hacer eso que sientes dentro de ti. Hacerlo, aunque te de miedo (en cualquiera de las múltiples formas en las que el miedo se puede presentar).

Vivir es cerrar un cuaderno cuando lo has llenado y guardarlo (en la memoria) para empezar a escribir uno nuevo. Recordando lo escrito en el anterior con ánimo de cultivar la sabiduría, pero, sin lamentos por fracasos ni arrogancias por triunfos.

Vivir es aceptarte a ti mismo (misma o misme) abriendo la mente a la verdadera magnitud de la existencia. De ese modo podrás dejar de estar comparándote con otras personas cuyas cualidades, capacidades o físico no sean las tuyas, y podrás descubrir cuáles son tus zonas de genialidad propias y genuinas.

Vivir es liberarte de la tiranía de las opiniones de los demás. Es seguir un camino de honestidad y recta acción, pero, haciendo lo que tú quieres, siendo lo que tú eres.

Vivir es aprender de los errores para mejorar nuestra conducción por las carreteras de la existencia.

Vivir es darse cuenta de lo perdidos que solemos estar y no dar cabida al rencor y al odio -entiéndeme, no hablo de barbaridades-. Odios entre excónyuges, entre padres e hijos, hijos y padres, compañeros de trabajo, vecinos, ufff… A eso me refiero. En cuanto a la envidia, sí te diría que fuera por completo. ¿Qué es la envidia? ¿Las ganas de tener lo que otro tiene? ¿De ser como otro es?… Fuera.

Betelgeuse.

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