La pérdida de Schopenhauer
Decía Arthur Schopenhauer, brillante exponente del pesimismo filosófico, que es la pérdida lo que nos enseña el valor de las cosas. También dijo que perdemos las tres cuartas partes de nosotros mismos para ser como los demás.
¿Cuántas partes de ti has perdido ya? ¿Puedes valorar cuánto te está costando ser como los demás?
Hasta donde llega mi análisis y discernimiento, creo que Schopenhauer tenía razón con estas dos frases. La primera según lo veo, se apoya en la constante proyección a futuro de la inquieta mente humana. Siempre pensando en mejorar, la mayoría de las veces sin valorar lo que ya se disfruta (porque poseer me parece una palabra de mucho peso para algo tan insignificante como una vida humana y atendiendo a las magnitudes de tiempo que maneja el universo). Date cuenta del fragmento de una frase que se dice siempre cuando ya no se puede hacer nada: “¿Por qué no habré…? Parar la mente en el presente y “respirar” el aire de lo que tienes. Dar gracias por eso y ser consciente de que en un instante podría desaparecer.
La segunda de las frases del filósofo alemán entra directamente como aliada fundamental para dar sentido a la primera. La lucha por llegar o conseguir el nivel, al menos mínimo, de los estándares sociales para obtener el galardón de persona formal y de éxito es incompatible con la quietud y ecuanimidad mental necesarias para darse cuenta del gran valor de lo que has obtenido o se te ha dado.
Y es que amigo o amiga, cuánto sufrimiento ha generado, genera y generará intentar darle al ego, todo lo que reclama para si como legítimo en justicia. Pues bajo todas estas bambalinas del escenario al que venimos a representar nuestro papel y que llamamos vida, subyace la tiranía del ego, que solo la guía de una mente con recto pensamiento puede amansar.
Betelgeuse.